Cómo cuidar de tus cicatrices

Cómo cuidar de tus cicatrices

Las cicatrices, ya sean causadas por accidentes o por cirugías, pueden convertirse en un motivo de complejo o vergüenza para algunas personas. Si quieres que tu cicatriz pase lo más desapercibida posible y evolucione de la mejor manera, hay varios trucos que debes conocer.

Una cicatriz presenta un tejido diferente al resto de nuestra piel, y por ello requiere de cuidados especiales. Este nuevo tejido no madura del todo hasta pasados varios meses o incluso un año de su aparición.

El aspecto que cobre la cicatriz al final de este proceso dependerá de varios factores: el tipo de piel, la edad de la persona, su genética, el origen de la cicatriz (si la herida se produjo por un corte limpio o más aparatoso), la parte del cuerpo en que aparece la cicatriz e incluso la pericia del cirujano o doctor a la hora de realizar los puntos de sutura.

Si la cicatriz se ha producido tras una intervención de cirugía estética, las cosas cambian, principalmente porque se intentará hacer la incisión en un lugar poco visible, que casi no quede expuesto y por tanto apenas se interponga en tu día a día.

En definitiva, lo que buscamos es que tras el periodo de maduración quede una línea finita, apenas perceptible y no muy diferente al resto de la piel. Para asegurarte de que tu cicatriz evoluciona de forma favorable hay varias pautas que puedes seguir:

  • Protégela siempre del sol. Si, mientras tomas el sol, la cicatriz queda expuesta, estarás contribuyendo a que se pigmente y quede más oscura que el resto de la piel. Se recomienda cubrir la cicatriz si es posible o aplicar en la zona no menos de un factor de protección solar 50.
  • Aporta una hidratación contínua. Los tejidos de la cicatriz pierden la humedad con mucha rapidez. Utiliza cremas o aceites (los de argán o de rosa mosqueta funcionan muy bien) que, además de hidratar, nutran y aporten elasticidad a tu cicatriz.
  • En los primeros días, es muy importante lavar muy bien la zona. Límpiala con agua y jabón suave y mantén una higiene extrema. Así estarás eliminando la posibilidad de infecciones.
  • Masajea la cicatriz con movimientos muy suaves. No obstante, evita los masajes si existe una infección o si está inflamada.
  • Conoce los productos que pueden ayudarte en los cuidados de tu cicatriz. Existen apósitos de gel silicona para el tratamiento de cicatrices que reblandecen el tejido y reducen el enrojecimiento. Como alternativa, también se venden parches de poliuretano microporoso para ayudar en el proceso de curación y evitar posibles problemas.