Una vez aparece, la celulitis no se marcha de forma espontánea. Para eliminarla, tenemos que presentar batalla. No obstante, con constancia y siguiendo ciertas rutinas y trucos, es una guerra que se puede ganar.
La celulitis es uno de los grandes enemigos para nuestra piel. Presente en multitud de mujeres y difícil de eliminar, se trata de un problema que acompleja e impide disfrutar del verano a muchas. La batalla contra la piel de naranja presenta muchos frentes y deberás prestar atención a todos ellos. Eliminarla por completo es un camino arduo, pero sí hay varias estrategias que puedes seguir para reducir su presencia de forma sustancial.
Lo primero es comprender que la celulitis aparece con la formación de nódulos y depresiones en el tejido subcutáneo de la piel. Sus causas varían, pero juegan un papel importante la genética, un estilo de vida sedentario, el ciclo hormonal o la falta de circulación óptima en la zona.
Respecto a los modos de reducir la celulitis, de nuevo varían para cada persona. Habrá casos en los que la técnica ganadora será someterse a una liposucción, ya que esta cirugía entra directamente a la raíz del problema, trabajando sobre los tejidos afectados. También se han obtenido buenos resultados con tratamientos de rayos infrarrojos o de ultrafrecuencia.
En esta misma línea, para algunas mujeres será eficaz acudir a un centro de estética para someterse a un drenaje linfático. Este tratamiento puede ayudar a mejorar la circulación y eliminar la retención de líquidos que en ocasiones va unida a la celulitis.
Pero, por supuesto, existen otras alternativas que tienen que ver con rutinas a seguir y cambios en tu vida diaria. Por ejemplo, puedes introducir nutrientes en tu alimentación que estimulen la microcirculación (por ejemplo, el pescado azul) o que realicen funciones drenantes (como la alcachofa). Algunos alimentos como la sal y el azúcar deberían desaparecer de tu dieta si quieres plantar cara a la celulitis.
Además, si la celulitis está localizada en tus piernas, trata de evitar llevar pantalones ajustados y cruzar las piernas cuando estés sentada, ya que ambas acciones contribuyen a una mala circulación en la zona.
Para los casos menos graves, existen cremas reafirmantes y anticelulíticas que pueden lograr buenos resultados. Aplícalas masajeando la zona para eliminar la piel de naranja y sé constante en ello. También puedes exfoliar el área una vez a la semana e hidratarla diariamente. Ambas acciones requieren de masajes que activan la circulación de la sangre y eliminan líquidos.