Todo lo que debes saber sobre la exfoliación corporal

Todo lo que debes saber sobre la exfoliación corporal

Llevar una rutina de exfoliación corporal es vital para la salud y belleza de nuestra piel. En el proceso, se eliminan las células muertas que produce el cuerpo, a la par que se consiguen múltiples beneficios. ¿Cómo hacerlo? Sigue leyendo para conocer todos los secretos sobre la exfoliación corporal y los motivos por los que es tan importante.

Como parte de un proceso natural, nuestra piel se regenera cada 28-30 días. Con esta transformación, van quedando residuos que deberemos eliminar. La exfoliación corporal retira estos restos, evitando que bloqueen los poros de la piel.

Los beneficios de la exfoliación corporal son numerosos:

  • Es un modo de limpiar la piel en profundidad.
  • Elimina posibles residuos, permitiendo la entrada de otros productos en la piel. Por ejemplo, para pieles secas será vital la exfoliación antes de una buena sesión de hidratación.
  • Estimula la regeneración celular. Es decir, en general, la piel tendrá un aspecto más saludable y uniforme.
  • También activa la circulación sanguínea en la superficie y la llegada de oxígeno a la piel, de modo que es un potente tratamiento antienvejecimiento.
  • En el verano, la exfoliación es especialmente importante, debido al uso contínuo que hacemos de cremas para protegernos del sol.
  • El masaje para aplicar la crema o el gel favorece el drenaje de líquidos y toxinas.

Para limpiar a fondo tu piel, puedes elegir dos opciones: escoger un centro de medicina estética que ofrezca un tratamiento de peeling u optar por hacer tú misma la exfoliación corporal en casa.

Si lo haces por tu cuenta, es conveniente llevar a cabo una exfoliación corporal una vez por semana. Además, debes saber que los exfoliantes corporales en crema o en gel contienen micropartículas más gruesas que las cremas exfoliantes para la cara. Es decir, rostro y cuerpo necesitan dos productos exfoliantes diferentes, ya que las pieles de ambas zonas tienen distintas sensibilidades.

En casa, lo mejor será realizar la exfoliación durante la ducha. Aplica el producto que hayas elegido sobre la piel húmeda. En brazos y piernas, masajea el gel o la crema con movimientos ascendentes. En el resto del cuerpo, utiliza movimientos circulares. Retira después la crema o gel con el chorro de agua. Para terminar el ritual de belleza, si te atreves, acaba la ducha con agua fría, que contribuye a tonificar la piel.

Tras la exfoliación, además, debes continuar con una buena sesión de hidratación, debido a que la piel está más receptiva que nunca a los beneficios de este tipo de tratamiento. Precisamente por esto, lo mejor es que para hacer la exfoliación corporal elijas un momento de la semana en el que tengas tiempo de realizar toda esta rutina sin prisas.