En un post anterior te di algunos consejos sencillos y muy prácticos para evitar dolores de espalda en la cama. Ahora te voy a decir cómo debes cuidar la espalda cuando estás de pie o sentado, es decir, en las horas activas del día.
¿Pasas muchas horas de pie? Entonces deberías:
- Utiliza un calzado que ni sea completamente plano ni todo lo contrario: el tacón más saludable para la espalda tiene entre 2 y 4 centímetros.
- Si estás de pie e inmóvil, procura separar los pies para ampliar la base de sustentación, y en la medida de lo posible descarga el peso sobre uno y otro pie, incluso apóyalos alternando sobre un reposapiés. En cualquier caso, procura no permanecer inmóvil mucho tiempo.
- En el caso de que a lo largo de la jornada laboral tengas que entrar y salir muchas veces de un coche, procura hacerlo sentándote de espaldas con las piernas hacia fuera y girando después el cuerpo. En general, es bueno realizar los cambios de posición manteniendo la espalda recta.
A lo mejor (quizá habrá que escribir «a lo peor») en tu quehacer diario has de cargar peso: la compra, los libros, unas cajas… Recuerda que:
- Es mejor hacer muchas cargas pequeñas que una grande.
- Cuando llevas el peso en bolsas, es mejor repartirlo entre las dos manos para mantener el equilibrio (y también es mejor que lo cargado no exceda los cuatro kilos).
- Si te sirves (y es bueno hacerlo) de un carrito de la compra o similar, debes utilizar uno que te permita mantener la espalda recta mientras lo empujamos. Y, muy importante: empujarlo, no tirar de él.
- Si no te queda más remedio que levantar un objeto pesado, debes tomar precauciones. Siempre, antes de cogerlo, separa los pies para ampliar la base de equilibrio. Y si el bulto está en el suelo, o más bajo que tus manos, agáchate doblando las rodillas y levántalo manteniendo la espalda y la cabeza erguidas.
Y si trabajas sentado… elige o pide una silla adaptada a tus necesidades, y no olvides sentarte bien, apoyando los riñones y no los hombros en el respaldo.
Las claves:
- El asiento ha de ser cómodo, amplio, tener un cojín amigable y una anchura suficiente.
- El respaldo debe perfilar la curva natural de tu columna vertebral, y tener un soporte en la zona lumbar, que es por lo general la más castigada.
- Entre una silla con y una sin reposabrazos, elígela con. Y si se pueden ajustar a tu altura y postura en el trabajo, mejor que mejor.